Prueba Alien Bazar: Misión Cretinus

    Alien Bazar: Mission Cretinus es ante todo un juego inspirado en la caricatura homónima retransmitida por cable, y que cuenta las aventuras de Tommy, un niño de doce años cuya vida cambia el día que conoce a cinco extraterrestres delirantes. Viniendo de una galaxia aparentemente distante, Dinko, Plumo, Snobby, Muzo y Boulgomme rápidamente se apegarán al hombrecito y querrán protegerlo de los otros habitantes de la ciudad a quienes consideran peligrosos. Te dejamos adivinar las improbables y retorcidas situaciones que surgen de esta aguda paranoia. Al contrario de lo que sugiere la trama de la serie, Alien Bazar: Mission Cretinus no es un juego de acción, sino un juego de puzles en el que se pondrán en práctica las habilidades de cada uno de los alienígenas. El concepto es simple: cada universo se compone de varios niveles en los que debes recolectar una cierta cantidad de cristales verdes. Si los primeros niveles son súper fáciles, el grado de dificultad aumenta significativamente a medida que avanzas en el juego. Nuevos mecanismos - tarjetas magnéticas para recoger para abrir puertas, teletransportadores, minas... - se integran cada vez en los cursos para estimular el cerebro y, de paso, las facultades de nuestros amiguitos verdes. Plumo, por ejemplo, es capaz de volar durante unos segundos con sus frágiles alas, lo que le permite esquivar minas, cintas transportadoras y similares. Muzo, por otro lado, puede infiltrarse en cualquier pasaje estrecho y engullir objetos desde la distancia. También podemos hablar de Boulgomme, probablemente el líder de la pandilla, capaz de romper bloques de piedra. Es necesario alternar severamente entre los marcianos para avanzar en los 80 niveles del juego. Pero, para ser honesto, el juego sigue siendo accesible de principio a fin, lo que lo convierte en un cartucho asequible para menores de XNUMX años y mononeuronas. Otra sutileza del título: primero debes completar una cierta cantidad de cursos para poder enfrentarte al jefe del lugar. Los duelos contra estos golgoths son generalmente más interesantes que la búsqueda en sí, ya que son más dinámicos. Como no podemos alcanzarlos directamente, debemos activar interruptores que disparen disparos, estando atentos a sus respuestas. Usar tus reflejos es un rayo de sol en un Alien Bazaar: Mission Cretinus cuyo ritmo francamente no puede despegar. Además de eso, tenemos una realización simplista, correcta para un DS, dirían algunos. Hmm ... Aunque no es el criterio número uno para un juego de este género, ya hemos visto mejores. Evitaremos extendernos en la galería en la que se exhiben las imágenes lanzadas durante la aventura, por lo que es destartalada. Para ser completos, también digamos algunas palabras sobre los cinco minijuegos que intentan sacar el lápiz óptico de su muesca. Nada extraordinario de lo dicho, como el juego Tonneau & Cristal donde tienes que encontrar el rastro del cristal; o incluso Farts and Burps en los que hay que escuchar con atención para luego reproducir los sonidos que emite la consola, y en el orden correcto.







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